La diaria y arriesgada experiencia de usar la Avenida Minas terminó para los habitantes del fraccionamiento La Piedad, en Cuautitlán Izcalli, tras la reciente repavimentación con asfalto.
La vecina Erika Barrera Espinoza señaló que la avenida hace honor a su nombre pues realmente les significaba caminar con miedo, “era andar como en un terreno minado”, tanto para los peatones como para los automovilistas.
“Para los peatones era cuidarnos de no llegar empolvados o llenos de lodo, cuando llovía, al trabajo o a la escuela. También era cuidarnos de los automóviles que evitaban los enormes baches. Para los conductores representaba la compra de llantas que seguido se les ponchaban o de piezas que se les rompían, además de transitar por severos encharcamientos”.
Por su parte, Celia Enríquez comentó que gobiernos anteriores sólo se dedicaban a tapar los baches, “nadie le entró a pavimentarla bien y estuvimos circulando entre tremendos cráteres durante más de 15 años”.
Vecinos coincidieron en señalar que ahora los traslados en transporte público son más rápidos, llegan más los servicios y, sobretodo, “tenemos mayor presencia de patrullas, lo que nos hace sentir más seguros.
“Quizá sea mucho pedir, pero nos gustaría mucho que colocaran topes, pues ahora los coches corren a mayor velocidad”.
El reencarpetado con asfalto de la Avenida Minas se realizó entre Avenida Villa del Carbón y Calle del Sauce, en una superficie de más de 20 mil metros cuadrados.
Asimismo en la zona fue reencarpetada con concreto hidráulico la calle Reforma Agraria y con asfalto la segunda cerrada de Antonino Caso, la cual resultó afectada al ser utilizada como alternativa vial cuando el gobierno de Cuautitlán Izcalli repavimentó La Frontera.