Un estudiante de Ingeniería en Computación y Electrónica de la Universidad Iberoamericana y oriundo orgullosamente de Cuautitlán Izcalli es el fundador del CDAR (Centro de Desarrollo y Aplicaciones en Robótica).
Se trata de Sergio Adrián Hernández Ruíz, quien abrió este Centro en Parque Zoquipan #35, en la colonia Jardines del Alba.
Es un lugar único en Izcalli donde niños y jóvenes pueden aprender todo lo relacionado al maravilloso mundo de los robots ya que existen tres niveles educativos.
“El primer nivel es el básico, en el que a niños de ocho a 11 años de edad se les enseña a usar Lego para que aprendan las bases de la robótica y la lógica de programación. En el grado intermedio, para alumnos de 12 a 16 años, se imparten las bases de microcontroladores, de tarjetas básicas de desarrollo, de simulación y software. Mientras que en el nivel avanzado, para jóvenes de 17 años o más, se emplean tecnologías como Raspberry Pi, Intel Galileo, microcontroladores de Freescape y tarjetas de microchip”.
Existe un 4to nivel de Investigación y Desarrollo, donde se hacen proyectos más grandes por lo que se requiere de una mayor inversión así como más estudios e infraestructura. Sin embargo, Adrián explica que para ingresar al CDAR no se requieren conocimientos previos, lo importante es tener interés.
La pasión de Adrián por la robótica le surgió de una manera espontánea cuando estaba en 3ro de secundaria en el Centro Escolar del Lago y se le ocurrió imprimir el prototipo de una mano robótica para hacer una prótesis para su clase de biología, esto gracias a que ya había tomado las bases de computación.
“Tenía apenas 16 años, mis compañeros pensaban que mi idea era muy loca y que no era posible hacerlo, por lo que mi reto se volvió más grande y lo hice, siendo autodidacta y con ayuda de algunos maestros cuando me atoraba”.
Después de esto su escuela lo empezó a mandar a concursos o a exponer su proyecto y es así como descubre su talento que lo llevó a ganar.
Después de ahí, con tan sólo 17 años, este izcallense ganó un concurso en el TEC de Monterrey a nivel Maestría.
Y es aquí donde nace el proyecto de CDAR, “Cuando entro a la carrera empiezo a pedir el apoyo de la institución y de los laboratorios. Por eso me acerco a FESTO. Ahí es donde encuentro el patrocinio de la empresa, pues el financiamiento para este tipo de proyectos es complejo encontrarlos”.
Sus experiencias a tan corta edad lo hicieron querer facilitar el mundo de la robótica para otros jóvenes.
“La idea del Centro es tener un espacio multidisciplinario e integral donde tengas todas las herramientas necesarias para realizar proyectos sin tanto protocolo y por ende que se fomente el impulso de muchos estudiantes”.
Además, nos comentó muy entusiasmado que: “El Centro tiene a su vez, como uno de los principales objetivos, el crear fuentes de empleo porque la robótica tiene miles de aplicaciones en muchos contextos de la vida diaria y de muchas profesiones”.
Así que si te gustan los robots no dejes de ir, aquí en Cuautitlán Izcalli, al CDAR.