De Izcalli a la Antártica y camino a la NASA

A los 15 años de edad conoció la Antártica tras haber ganado un proyecto ambiental junto con otros compañeros. Además, ganó una medalla de plata y bronce del Concurso de Talentos de Física y tiene una meta fija: estudiar astronomía y trabajar en la NASA.

Formal en el hablar, Rubén Valerio es estudiante del tercer grado de secundaria en la escuela pública “Manuel Gutiérrez Nájera” y, como caso sinigual, su materia favorita es la Física “porque es una ciencia que puede explicar todo”.

Con gran pasión, extraño de ver en un joven de su edad, comenta que a la Física no le encuentra un error “todo tiene sentido. Cada vez que analizamos cada parte, cada concepto, si lo desglosamos, se entiende fácil, es hermoso”.

“Además, es la materia que me guía por el camino que quiero, que es la astronomía. Quiero trabajar en la Sociedad Mexicana de Astronomía y ¿por qué no? en la NASA”.

Del concurso Talentos de Física, organizado por la Facultad de Ciencias de la Universidad Autónoma del Estado de México, con apoyo de diversas instituciones educativas y culturales, Rubén es medalla de plata y bronce y se prepara para conseguir oro y competir a nivel estatal.

“En la Física apenas descubro la punta del iceberg, quiero entender cosas que me llaman la atención como el fenómeno piezoeléctrico y la entropía, que tienen un lenguaje más complejo”.

“Tengo muchas cosas por aprender. Me seguiré preparando y concursando, pues me he dado cuenta que participar, concursar, hace crecer”.

El año pasado, Rubén participó junto con sus compañeros Citlali, Ángel, Laila y Nohemí, además de su maestra Pamela, en el concurso ambiental “Líderes, Éticos y Sustentables” organizado por el Gobierno de Cuautitlán Izcalli y la Fundación Karla Wheelock, del que ganaron el primer lugar y una expedición a la Antártica.

“Fue una experiencia única. Allí me di cuenta que nada es imposible, lo importante que es el trabajo en conjunto y tener alguien que te guíe y apoye para lograr sueños. Por ejemplo, de Karla Wheelock aprendí a disfrutar, ser más relajado conmigo mismo y positivo.

  • ¿Quién es tu principal apoyo?
  • Mi hermana Dana, de ocho años de edad. Es la mera felicidad. Mi alegría. Me ha sacado la sonrisa en el momento que más he necesitado, responde tras un profundo suspiro.

Con un tono serio finalizó la entrevista agradeciendo a su maestra Yolanda del Centro Escolar México-Americano (CEMA) por la preparación recibida para los concursos de Física, a la Fundación Karla Wheelock y a su hermana Dana.

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